miércoles, 22 de agosto de 2012



No dejes que el día termine sin haber crecido un poco, sin haber sido un poco más feliz, sin haber alimentado tus sueños. No te dejes vencer por el desaliento.

No permitas que nadie te quite el derecho de expresarte, que sea casi un deber. No abandones tus ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.

No dejes de creer que las palabras y la poesía sí pueden cambiar el mundo. Somos seres humanos llenos de pasión. La vida es desierto y es oasis. Hay momentos buenos y malos. 

Nos derriba, nos lastima, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia. Pero no dejes nunca de soñar, porque no sólo en sueños puede ser libre el hombre. 

No caigas en el peor error, el silencio. La mayoría vive en un silencio espantoso. No te resignes. No traiciones tus creencias. Todos necesitamos aceptación, pero no podemos remar en contra de nosotros mismos. Eso transforma la vida en un infierno.

Disfruta el pánico que provoca tener la vida por delante. Vívela intensamente, sin mediocridades. Piensa que en Dios está el futuro y en encontrar tu propósito con orgullo y sin miedo. Aprende de quienes pueden enseñarte sean mas grandes o pequeños que tu…

No permitas que la vida te pase sin que la vivas.

Autor: Walt Whitman




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